En el post de hoy explicaremos las diferencias básicas que existen entre una App nativa y una híbrida, así como también trataremos de ayudarte a dilucidar qué necesitas para llevar a feliz término tu proyecto de crear una app sin morir en el intento.

Así que empecemos por explicar ¿Qué es una Aplicación Nativa?

Se llama aplicación nativa aquella que es desarrollada específicamente para cada sistema operativo, es decir, iOS, Android o Windows Phone, adaptando a cada uno el lenguaje con el que se desarrolla; esto quiere decir que si desarrollamos para Android lo haremos con C++, Java y XML o con Kotlin y si lo hacemos para dispositivos con iOS lo haremos con Objective-C y Swift que son los lenguajes de programación desarrollados para cada una de estas dos plataformas.

En este tipo de aplicaciones se aprovechan al máximo las funcionalidades de los dispositivos para las cuales fueron desarrolladas, además de que pueden funcionar sin conexión a Internet.

En cambio que, una App Híbrida es aquella en la que se utiliza en combinación aspectos de las aplicaciones nativas en conjunto con lenguajes de tecnología  web como HTML, JavaScript y CSS lo que permite su adaptación a cualquier sistema operativo.

Las aplicaciones híbridas son responsive, por lo que su adaptabilidad a las pantallas de cualquier dispositivo es una de sus ventajas, además de que se ejecutan sobre el navegador del sistema operativo por lo que requieren una conexión a Internet para ejecutarlas.

Ahora bien ¿Cuál es la mejor opción a la hora de desarrollar una app?

Desarrollar una aplicación nativa tiene múltiples ventajas pues es más rápida la velocidad, por lo que tiene un mayor rendimiento y escalabilidad. Adicionalmente, se le puede sacar mayor provecho a la experiencia de usuario ya que se pueden utilizar  todas las funcionalidades del equipo y su actualización es de forma automática cada vez que subas una nueva versión al app store.

Por su parte, creando una app híbrida reduces los costos de desarrollo puesto que no tienes que crear un app para cada sistema operativo. Además, su mantenimiento es muy sencillo porque tienes la oportunidad de reutilizar el código y aunque su  rendimiento es un poco más lento que las apps nativas, no es deficiente. Así que a la decisión de crear una aplicación nativa o híbrida dependerá del proyecto que tengas en mente y la funcionalidad que quieras darle a tu app; así que lo mejor que puedes hacer es informarte con los expertos para que tomes la decisión más acertada.

¡¡Éxitos!!