Los smartphones, al igual que el resto de la tecnología han influido radicalmente en nuestra forma de vida tanto laboral, como personal, facilitándonos una cantidad inimaginable de actividades con tan solo un dispositivo móvil.
El uso de este tipo de tecnología ha cambiado nuestras costumbres y nuestra manera de relacionarnos con los demás. Cosas tan simples como responder un correo desde el celular, hacerse una foto o enviar un WhatsApp puede llegar a volverse indispensable en nuestro día a día, y hacer que nos mantengamos pegados al celular 24/7.
Incluso los niños en edades tempranas utilizan el dispositivo móvil como si de una capacidad innata se tratase. Pero, no solo los más jóvenes se benefician de este recurso, los adultos también se han aprovechado de esta utilidad.
La enfermedad del Siglo XXI – Conectados a la red y desconectados de la realidad
La nomofobia surge de la frase en inglés “no mobile phone phobia“. Es una consecuencia de la adicción al smartphone y se refiere a la sensación de ansiedad o miedo irracional que puedes llegar a experimentar al perder tu celular o al descargarse la batería, incluso, este tipo de conductas se pueden diagnosticar actualmente como un trastorno por profesionales de la salud mental.
Normalmente las personas que sufren de nomofobia no están conscientes de esta condición. Los síntomas de este trastorno son sensación de ansiedad, taquicardias, pensamientos obsesivos, dolor de cabeza y dolor de estómago.
Según los expertos, las mujeres son quienes más la padecen, dado que su estructura cerebral les procura una mayor necesidad comunicativa y necesidad afectiva que a los hombres. En cuanto a la edad, la nomofobia suele darse en mayor medida en adolescentes.