La historia de Disney se remonta a 1923, cuando los hermanos Walt y Roy Disney fundaron el estudio Disney Brothers Cartoon Studio. Desde entonces, la marca ha evolucionado y se ha adaptado a los cambios tecnológicos, culturales y sociales de manera que se ha convertido en una de las marcas más reconocidas y queridas del mundo del entretenimiento.
Gran parte del éxito de la compañía es su trabajo de branding y el marketing del mismo. Han sabido crear un universo visual que conecta con las emociones y los valores de las personas, generando una lealtad y una admiración únicas. El diseño gráfico del branding de Disney es un ejemplo de cómo una marca puede mantener su esencia e identidad a lo largo del tiempo, pero al mismo tiempo innovar y renovarse para seguir siendo relevante y atractiva para su público.
Pero ¿cuál es la magia detrás del branding de Disney? Es mucho más sencillo (y mágico) de lo que parece.
Empecemos por uno de los elementos más importantes del diseño de branding de cualquier marca: su logo, el cual en este caso ha cambiado varias veces a lo largo de los años.
Desde 1937 el logotipo era simplemente la firma de Walt Disney, que aparecía al inicio o al final de sus cortometrajes animados. Esta firma era muy personal y transmitía la creatividad y el espíritu emprendedor de su creador, y aunque fue rediseñándose y estilizándose aún después del fallecimiento del artista en 1966, mantuvo siempre la esencia de la firma original.
En 1985, el logo cambió radicalmente y se incorporó el Castillo de Cenicienta, uno de los símbolos más icónicos de la marca. El castillo representaba la magia, la fantasía y el sueño de Disney de crear un lugar donde todos pudieran ser felices. El logo también incluía la palabra «Disney» con una tipografía muy característica, que se basaba en la firma original pero con un estilo más redondeado y amigable.
En 1995, el logo se modernizó y se le añadió un efecto tridimensional, gracias a la alianza con Pixar, el estudio de animación por computadora. El castillo se volvió más detallado y realista, y se le agregaron colores y luces. El logo también incorporaba una estela de polvo de hadas que formaba un arco sobre el castillo, creando una sensación de movimiento, dinamismo y más importante aún, magia.
Actualmente, el logo se ha simplificado y se ha reducido a la palabra «Disney» con la misma tipografía de siempre, pero sin ningún otro elemento. Este logo es muy versátil y se adapta a diferentes contextos y formatos. La palabra «Disney» es tan fuerte y reconocible luego de casi 100 años que funciona como un icono por sí sola.
Ahora, es bien sabido que el logotipo de lo que es ahora The Walt Disney Company no supone el único elemento identificador de la marca. De hecho, existe cierta simple figura que ha pasado a convertirse en un ícono de la cultura popular que representa la identidad de la compañía sin necesidad de palabras.
Mickey a través del tiempo
Mickey Mouse nació de la mano de Walt Disney y Ub Iwerks, dos animadores que trabajaban para Universal Studios. Tras perder los derechos de su anterior personaje, Oswald el conejo afortunado, Disney decidió crear un nuevo protagonista para sus cortometrajes animados. Así surgió Mickey, un ratón negro con pantalones rojos, zapatos amarillos y guantes blancos, que debutó en el cine con el corto Steamboat Willie, el primer dibujo animado sonoro de la historia y actualmente la introducción a todas las películas producidas por Walt Disney Animation.
El éxito de Mickey fue inmediato, y pronto se convirtió en el símbolo y embajador de la compañía Disney y en un icono de la cultura popular. Su diseño original era muy simple y geométrico, con una cabeza redonda, dos orejas circulares y un cuerpo formado por círculos y óvalos. Su expresión era alegre y traviesa, y sus movimientos eran ágiles y dinámicos.
Mickey Mouse ha sabido reinventarse con variados cambios estéticos a lo largo de su historia, sin perder su esencia ni su carisma. Su diseño y su branding han reflejado los cambios sociales y culturales de cada momento, pero también han mantenido una coherencia y una identidad propia que lo han convertido en un referente universal durante los 95 años desde su creación hasta el día de hoy. Es mucho más que un personaje animado: es una marca que representa los valores de Disney y que transmite ilusión, magia y creatividad a generaciones de espectadores.
Como se comentó al principio de este mismo artículo, el branding es esencial para el posicionamiento y éxito de una marca. Y aunque la silueta de un carismático ratoncito conformada por sólo tres círculos y la firma de un artista soñador son símbolos que representan a la compañía Disney, no son la clave de su éxito por sí solos. El buen branding debe ser acompañado por buen marketing, y la esencia de esto está en conocer y explotar el concepto de lo que se está ofreciendo.
“Qué pequeño el mundo es”: Branding que trasciende las fronteras
En este caso la misión de The Walt Disney Company está descrita como la de “Hacer a la gente feliz en todo el Mundo”. Y su forma de llevarla a cabo, como concepto idealista, es a través de historias, fantasías y experiencias que conecten con todo el público. En un concepto más técnico Disney se apoya de diversas estrategias de forma integral.
- El storytelling: Disney es experta en contar historias que cautivan a niños y adultos, que transmiten valores positivos y que generan una conexión emocional con los personajes. Disney utiliza el storytelling como una herramienta de marketing para crear una identidad de marca fuerte y coherente, que se refleja en todos sus canales y formatos. Además, Disney aprovecha el poder de las historias para fidelizar a su audiencia y crear una comunidad de fans leales y comprometidos.
- La diversificación: Disney ha sabido diversificar su oferta y expandirse a diferentes mercados y segmentos. Disney cuenta con un amplio catálogo de productos y servicios, que abarca desde películas, series, animación, música, videojuegos, libros, revistas, hasta parques temáticos, hoteles, cruceros, tiendas, juguetes, ropa, accesorios y mucho más. Disney utiliza la diversificación como una forma de innovar, de satisfacer las necesidades y deseos de su público y de generar más ingresos.
- La experiencia: Disney se caracteriza por ofrecer experiencias únicas e inolvidables a su público, tanto en sus parques temáticos como en sus otros puntos de contacto. Disney cuida cada detalle para crear un ambiente mágico y envolvente, donde el cliente se siente especial y protagonista. Disney utiliza la experiencia como una forma de diferenciarse de la competencia, de generar valor añadido y de crear un vínculo emocional con el cliente.
Ahora que has visto solo algunos ejemplos de cómo Disney ha construido un branding exitoso y duradero, ¿cuál crees que le ha permitido posicionarse como una marca líder en el mercado global del entretenimiento?