El minimalismo ha existido por tanto tiempo como el diseño en sí mismo, no es algo nuevo, y nos sigue a donde vayamos por su estilo clásico, el cual casi siempre funciona.
Esta tendencia surgió en Nueva York en la década de los 60´s, convirtiéndose en un importante movimiento artístico en el país, por ser un concepto dedicado a eliminar los excesos y colocar estratégicamente los elementos más importantes. El resultado de esto, suele ser un diseño relajante pero potente al ser simplificado para transmitir un buen mensaje sin mucho esfuerzo para el que lo interpreta.
Cabe destacar que, se puede encontrar minimalismo en todas las formas de arte, desde la arquitectura, hasta la moda y sobre todo el diseño de logotipos.
Aunque al principio parezca algo muy ¨simple¨, para lograr la excelencia en el estilo minimalista se requiere de una gran habilidad, ya que exige a los artistas, diseñadores y arquitectos, desglosar las cosas y analizar sus elementos esenciales, utilizando formas simples para producir un trabajo armonioso y sobre todo, atractivo.
Para lograr esta armonía y sacar el máximo provecho del diseño, ya sea en algo pequeño o grande, debemos asegurarnos de utilizar los elementos correctos. El color, el diseño, el espacio, los gráficos y la tipografía juegan un papel sumamente importante en este estilo.
La elección del color es estratégica, y la cantidad de colores utilizados deben ser reducidos al mínimo posible. Opciones como el negro, gris y blanco son los más potentes y permiten transmitir un mayor impacto. Sin embargo, todos los colores son aceptados si se usan correctamente, aunque los colores con mayor contraste suelen utilizarse juntos; por eso, la mayoría de los diseñadores eligen colores primarios atrevidos y brillantes en su punto focal.
Es muy común encontrar esta tendencia en espacios abiertos, en esculturas, pinturas, y por supuesto, en logotipos que buscan una imagen de marca sencilla, limpia y directa. Tomando en cuenta que lo esencial es lo necesario; el resto, sobra.
La intención es transmitir mucho con muy poco, encontrar la complejidad en lo sencillo. Eso, es precisamente lo más difícil de alcanzar, un arte al que se llega luego de desechar muchísimos elementos que en otro momento hubieses utilizado.
Esta tendencia nunca pasará de moda, ya que la simplicidad hace que el minimalismo sea fácil de incorporar a muchos estilos y muchas tendencias. Y con el pasar del tiempo, seguirá predominando en muchas apps y logotipos. Evolucionará y cambiará como todas las tendencias, pero las raíces se mantendrán para seguir siendo un estilo clásico y con clase.{:}